domingo, 23 de mayo de 2010

control no quimico de malezas en el cultivo de citricos

Revisión de manejo de la maleza

en el cultivo de cítricos

N. de J. Clemente-Carpio

1Departamento de Fitotecnia, Universidad Autónoma Chapingo.

Km. 38.5 Carretera México-Texcoco, Chapingo, Estado de México, C. P. 56230. MÉXICO.

RESUMEN

Los diferentes métodos de control no químicos de malezas, tales como: Prevención, métodos físicos, culturales, control biológico, y la integración de programas de manejo de malezas, descritos a continuación, deben funcionar de manera conjunta para tener un programa completo dentro de los huertos de cítricos.

PALABRAS CLAVE ADICIONALES: malezas, control no químico.

Review of weed management in citrus crops

ABSTRACT


Different methods of non-chemical weed control, such as prevention, physical methods, cultural, biological control and integrated weed management programs, described below, must work together to have a full program within the citrus orchards.

ADDITIONAL KEY WORDS: weeds, non-chemical control

Introducción

La lucha contra las malezas es muy antigua; puede afirmarse que se inició cuando el hombre aprendió a distinguir las plantas útiles de las perjudiciales y se vio en la necesidad de eliminar a las últimas para favorecer el crecimiento de las primeras. Las medidas, procedimientos y prácticas utilizadas en la lucha contra las malezas, se pueden clasificar en tres categorías: prevención, que comprende el conjunto de medidas a evitar que determinadas malezas se introduzcan en un lugar en que no existe, es decir donde no se observan infestaciones de dicha especie, erradicación que comprende las medidas y procedimientos tendientes a la eliminación de una maleza, tanto de las plantas existentes como sus formas de multiplicación y difusión-semillas y órganos vegetativos que se encuentran en el suelo y que pueden originar nuevas plantas- hasta lograr la completa desaparición de esa especie en un lugar o zona determinada, es decir que la erradicación asegura que la especie de referencia no reaparecerá, a menos que nuevamente sea introducida en ese lugar, y el control que comprende las medidas y procedimientos que tienden a evitar reducir la competencia u otro efecto perjudicial de las malezas respecto a los cultivos y de las pasturas naturales o en cualquier otra situación como puede ser en los caminos, vías férreas, sitios industriales, etc. (Mársico, 1980).

El clima cálido en las regiones de cítricos favorece la germinación y crecimiento de malezas todo el año (De Barreda, 1977). El control de malezas en cítricos, se ve justificado por los numerosos efectos perjudiciales que éstas provocan. En primer término, compiten con los árboles en el uso del agua y nutrientes minerales, y en huertos recién establecidos compiten por luz; por otro lado, son hospederos de plagas, enfermedades y roedores, dificultando en general el manejo del huerto (Gravina, 1985).

La competencia resulta regularmente en reducciones del crecimiento de los árboles, el nivel de nitrógeno en las hojas, el potencial de agua, la calidad y rendimiento de las frutas (Jordan, 1981; Jordan y Russell, 1981). Los efectos adversos de las malezas en los cítricos están relacionados con la intensidad de la competencia y el grado de control de las malezas (Ryan, 1969). Las malezas también reducen la temperatura del suelo y del aire, lo que aumenta la posibilidad de daños a los cítricos por las heladas durante las temporadas de frío. Las malezas son hospederas de enfermedades y plagas, que también dificultan las actividades en el manejo de los huertos, tales como la irrigación y la cosecha. También causan considerables pérdidas económicas en la producción de cítricos (Tucker y Singh, 1983).

La erradicación permanente de malas hiervas en los huertos de críticos rara vez puede considerase económicamente viable, por lo que un programa de control debe estar dirigido a reducir o eliminar los efectos depresivos en el cultivo, debiendo contemplar aspectos locales de clima y suelo, así como los ciclos vegetativos, niveles poblacionales y métodos de reproducción de las distintas malezas presentes (Gravina, 1985). El manejo de malezas es una necesidad en la producción de cítricos.

Objetivos

+Determinar los atributos peculiares de los métodos de control no químicos de malezas

Materiales y Métodos

En el siguiente apartado se mencionan los diferentes métodos de control no químicos de malezas, tales como: Prevención, métodos físicos, culturales, control biológico, y por último la integración de programas de manejo de malezas, mencionados por algunos autores.

Prevención de la emergencia de malezas

Hall y Tucker (1987) recomendaron un programa de prevención para el manejo de Scoparia dulcis L. en los huertos de cítricos de la Florida. Ellos propusieron programas de vigilancia a fin de detectar la maleza antes de su establecimiento en las hileras de los árboles. La siega anterior a la formación de los frutos evita la acumulación de las semillas en el suelo. La limpieza de los equipos y herramientas después de ser usadas en áreas infestadas es importante para evitar la diseminación de malezas hacia áreas no infestadas (Hall y Tucker 1987). La identificación y control de nuevas malezas con anterioridad a su diseminación generalizada, reduce enormemente el costo de las operaciones de control de malezas en años futuros (Tucker y Singh 1983).

Métodos físicos

Quema. La quema se usa a veces en la preparación del terreno antes de la plantación de los huertos y es común en los trópicos. La quema puede controlar, no sólo las malezas sino también otras plagas (Yarrick, 1946.). El fuego se utiliza para el control selectivo de malezas, aplicado con maquinas que poseen quemadores y que dirigen la llama a la base de las plantas, es necesario coordinar la intensidad y tiempo de exposición del calor, de modo que el fuego destruya las malezas por ruptura de las paredes celulares y otras alteraciones, pero sin llegar a provocar la combustión del vegetal (Mársico, 1980).

Control de malezas con agua caliente. El agua caliente ha sido probada en el control de malezas en huertos de cítricos y en otros cultivos, con resultados prometedores. La mayor efectividad se obtuvo sobre malezas anuales, tales como especies de Setaria y Solanum, pero sobre especies perennes pueden necesitarse más de un tratamiento (Anónimo, 1993). Esta nueva técnica es especialmente apropiada para su utilización en huertos debido a las diferencias morfológicas entre los árboles y las malezas, así como la gran distancia entre plantas e hileras.

Siega: el corte oportuno reduce la competencia de las plantas perjudiciales con las cultivadas; además impide el semillado y difusión de las primeras, tiene como inconveniente que las especies perenes vuelven a rebrotar, de modo que únicamente mediante cortes frecuentes y oportunos puede llegarse a un progresivo agotamiento de las reservas contenidas en los órganos subterráneos (Mársico, 1980).

El acolchado: con plástico o paja, según Bredell (1973) controló en gran medida el crecimiento de las malezas, dependiendo de las especies. El acolchado con plásticos o polietileno, especialmente de color negro, que son colocados en forma de cuadrados o círculos alrededor de las plantas, evita la proliferación de las malas hierbas, logrando a demás una mayor conservación del calor en la capa superficial del suelo y disminuye considerablemente la evaporación. En los primeros años de desarrollo y en zonas húmedas esta práctica puede ser muy conveniente (Muñoz, 1990)

Siega mecánica: es un método efectivo de control de malezas en muchas partes del mundo, particularmente donde la erosión del suelo es un problema. Hay diferentes tipos de segadoras que operan automotrices o más usualmente por arraste con el tractor (Frederick 1994).

Métodos culturales

Densidad de los árboles. Los frutales son cultivos perennes y una vez que un huerto se establece, se debe manejar dentro del sistema existente durante años. Esto limita el número de prácticas culturales aplicables en el control de malezas en huertos. La densidad de plantación de un huerto podría usarse como medida en el control de malezas. En la medida que aumenta la densidad especialmente en la hilera, la superficie del suelo del huerto queda sombreada más rápidamente por el follaje de los árboles, lo que inhibe el crecimiento de las malezas (Tucker y Singh, 1983).

Césped. El mantenimiento de un césped (o cobertura viva) en todo el suelo del huerto o entre hileras de los árboles es una práctica común de manejo de malezas en huertos, incluyendo plantaciones de cítricos, especialmente en laderas o en áreas donde haya peligro de erosión del suelo (Skroch y Shribbs, 1986). El césped puede competir con los árboles por nutrientes y humedad del suelo cuando estos recursos son limitados. Por tanto, el césped usualmente necesita ser inhibido mediante siega mecánica o química, de modo que las malezas estén controladas para que la competencia del césped con los árboles no sea demasiado severa.

Cultivo de cobertura. Los cultivos de cobertura pueden desempeñar un papel similar al césped. Estos pueden mantenerse durante todo el año o como coberturas durante el invierno o el verano en huertos de cítricos (Jones y Embleton, 1967). Los cultivos de cobertura ideales deberán inhibir las malezas e interferir al mínimo con los cítricos. Las cubiertas vegetales pueden ser estacionales, anuales o perenes. En las cubiertas permanentes se utilizan gramíneas o leguminosas; las segundas son fijadoras de nitrógeno atmosférico, además de que mejoran permanentemente la estructura del suelo y benefician a las plantas al aumentar la diversidad del ecosistema (Scotti et al. 1993 Citado por Meraz, 2002). El maní forrajero (Arachis pintoi) es una leguminosa perenne, actualmente es considerada como una de las más productivas para el trópico húmedo boliviano. Se usa como cobertura vegetal en cultivos perennes. Por su capacidad para emitir estolones y generar nuevas plantas de sus nudos, es ideal como cobertura en cultivos de palma africana, plátano, cítricos, cacao y café. Su crecimiento denso, bajo y poco agresivo ofrece ventajas en comparación con otras leguminosas utilizadas para este fin, como el kudzú Pueraria phaseoloides (Meneses, 1996 citado por Meraz, 2002).

Jarillo (1994 citado por Meraz (2002), menciona que dentro de las propiedades de la cobertura de A. pintoi están la fijación de nitrógeno atmosférico, protección del suelo contra la erosión, proporcionar un hábitat propicio para el desarrollo de insectos benéficos, controlar eficientemente las malezas, incrementar materia orgánica en el suelo, permitir y aumentar la diversidad y actividad de los organismos del suelo, desarrollar condiciones para conservar la humedad, evitar el impacto directo de la lluvia, sirve también como alimento para el ganado. Mayorga (1999) citado por Maraz (2002) comenta que presenta propiedades nematicidas y que en Europa es usado como planta ornamental.

Control biológico

Los métodos de control biológico pueden tener potencialidad en el futuro para la lucha integrada contra las malas hierbas. Así, Phytophtora palmivera ha demostrado ser útil para controlar las malas hierbas trepadoras en Florida, cuando se aplica a la plántula (Tucker y Singh, 1992, citado por Frederick, 1994). La alelopatía también puede tener un papel muy interesante. Por ejemplo, varios compuestos de extractos de Lantana camara, también una mala hierba, suprime el crecimiento de las plantas de ballico (ray-gras anual (Singh et al., 1989 citado por Frederick, 1994).

Control de malezas por insectos. Los insectos han tenido poca atención como medio de combate contra las malezas en cítricos. El estudio de Habeck (1977) sugiere que los insectos podrían usarse contra Lantana camara L. y M. odorata. En realidad, muchas malezas que aparecen en los huertos de cítricos en todo el mundo tienen enemigos naturales que pueden ser útiles como agentes de control biológico. Las gramíneas son las especies menos probables para el control biológico; aunque indeseables en los cítricos, estas mismas especies son con frecuencia económicamente importantes para los ganaderos. El control de malezas por insectos útiles no puede ser usado contra todas las malezas, pero tiene posibilidad contra muchas de ellas (Habeck, 1977).

En Australia y Hawai se han usado con éxito varios escarabajos minadores de las hojas en el control de L. camara, la cual es una maleza principal en huertos de cítricos de la Florida (Tucker y Síngh 1983).

Integración de programas de manejo de malezas

La integración y rotación de varias medidas de control se pueden usar con efectividad en los huertos de cítricos. Ejemplos de esta integración son la labranza y la labranza cero con herbicidas (De Barreda 1977), el mantenimiento de cultivos de cobertura de verano o invierno (Day, 1958; Jones y Embleton 1967), y un césped con siega entre hileras, labranzas cero y herbicidas en las hileras (Tucker y Singh 1983).

La incorporación del manejo de malezas a otras prácticas en los huertos también debe ser enfatizada en el futuro. Day (1958) menciona que, los métodos de control de malezas usados en huertos deben coordinarse con otros programas de manejo. Las malezas o los métodos de manejo de malezas, tales como la labranza, cobertura y aspersión modifican el suelo como medio para el crecimiento de los árboles. Entonces, los cambios en la estructura, la materia orgánica, penetración del agua, disponibilidad de nutrientes del suelo y un número ilimitado de otros factores, afectarán el crecimiento de los árboles y la producción de frutas (Kimball et al. 1950). Las malezas y su manejo también pueden cambiar las condiciones microclimáticas y ambiente para los patógenos e insectos (Tucker y Singh, 1983). Por otro lado, otras operaciones en los huertos, como el manejo del suelo y la irrigación tendrán un impacto directo o indirecto sobre la población de malezas. Por lo tanto, los métodos de control de malezas deben integrarse con otras medidas de manejo para asegurar un programa completo, apropiado al huerto de cítricos.

Conclusiones

Prevención

El método de prevención es conveniente para detectar a las malezas antes de su establecimiento, su erradicación antes de la producción de sus semillas, para evitar la diseminación por maquinaria y de esta manera reducir el costo de su control.

Métodos físicos

Los métodos físicos como son la quema, el uso de agua caliente, la siega de malezas y el acolchado, disminuyen de una manera considerable la población de malezas existentes en la huerta de cítricos y algunos de ellos, como el acolchado, evitan su establecimiento y reproducción.

Culturales

Los métodos culturales como la densidad de los árboles, al cubrir la superficie del suelo queda sombreada por su follaje, inhiben el crecimiento de las malezas, la utilización de césped y cultivos de cobertura, limitan el espacio entre hileras de árboles lo que trae como consecuencia la disminución del crecimiento de las malas hierbas al no poder realizar la fotosíntesis y por la competencia por el espacio.

Control biológico

En el control biológico se deben utilizar agentes específicos (extractos de plantas o utilización de insectos) que ataquen únicamente a las malezas que se desean combatir ya que si no es de esta manera se considerarán un gran riesgo para el cultivo de interés.

Integración de programas de manejo de malezas

Los programas de manejo deben funcionar de manera conjunta con los métodos de control de malezas para tener un programa completo dentro de los huertos de cítricos.

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15/marzo/2010

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